Día 1: Mí París

Vista desde la ventana del hostel, una típica terraza parisina, una boulangerie

París, pasaron 10 años y nos volvemos a ver. Si, estoy muy diferente a aquella chica que aprovechó su permiso para salir del país, para foguearme y animarme a cruzar el charco grande, a esta que en la "treitena" sentimiento que arranca a los 28 y calculo que durará hasta los 33, no lo sé. La Loleta que llegaba a París hace 10 años quería ser socióloga o algo parecido. Esta Loleta, es algo parecido pero quiere ser ingeniera o no lo se.

París, ahí esta con su Charles De Gaulle y había que llegar a Place Monge. Si hacen click acá encuentran como llegar.

Yo no cabía en mí, y mi gordo, me miraba con cara descreída de que hay que tomar un tren dentro del aeropuerto para encontrarse con las maletas. Alegría.

Mi emoción se confundía con la rabia de que el bolso con ruedas (Hassam) se me diera vueltas. El metro de París, tiene muchas escaleras, y ya llegaba cansada. Y la combinación que después sale natural, en ese momento era sufrida.

Un caballero me ayudo a subir unos escalones a mi Hassam, el primer grrr grrr de mi gordo.

Place Monge. París eras como te recordaba. Derechito a Rue Mouffetard, París 5. El Hostel Young & Happy nos esperaba.

El chico que atendía, entendió que no hablábamos francés, y arrancó en inglés. El español fue la mejor opción. Era el segundo francés que conocía en mi vida, que relacionaba Buenos Aires con San Isidro. Nunca voy a entender el motivo.

Feliz error de ellos, nos mandan a una habitación doble.

Ya eran como las 15 horas, casi, así que a caminar un poco. Salió la Bastilla, y perderse un poco por Rue Mouffetard. Tengo miedo que esta callecita llena de producción de baguettes, fromage, y vinos sea mi lugar en el mundo. Seguimos, por el Jardín de las Plantas. Si  pensándolo bien, está bien, mi elección de estudiar agronomia en la edad adulta.

Cae la noche, y a las 20 ya nos cerraron el Leader Price de abajito del hostel, Creo que se llamaba Leader Prix. A buscar algo para comer. Estamos a dos cuadras, sin saberlo de Chez Nicos.

La noche termina temprano. Amo eso de la vida de hostel, mejor dicho de viajar, lejos de acá. Mañana será otro día. Otro día en Mi París.


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