a la mañana siguiente me amigué con Madrid: La Sureña

el sabado a la mañana tenía un poco más de vida que el viernes feriado. La ciudad tenía otro ritmo, y eso me iba gustando. De a poco, fui alejando mis fantasmas de Madrid 2002.

Sobre todo, al momento del desayuno. La Sureña, es una cervezería, pero también tiene desayunos, el lugar el lindo y lo mejor de todo económico. Desayunamos en el de Fuentecabral. Todos los días que estuvimos en Madrid repetimos desayuno ahí

En Madrid, se puede comer muy bien, por poca plata. Y cuando ya no tenes 19-20 años, el tema de la comida rica la disfrutas desde otro lado.

Acá empezó mi camino de "Ok, Madrid, no estemos más peleadas" . Con este desayuno no había forma que dure el enojo. No, no. Lo mejor, el desayuno costaba 1.8 euros.

Tostadas con jamón crudo (el español es de otro universo mmmmm) tomate y aceite de oliva, con un toque infantil Colacao!. Gracias Madrid por este desayuno. (Ya puntuo La Sureña en TripAdvisor)