De la mano, con el pololo, por la rambla cerca de Punta Carretas. Como en la mañana tarde, como a la hora del brunch. Con el cielo un poco gris, un poco azul y con esa neblina montevideana que se va.
Con un hambre que empieza a asomar, y de repente unos chiquilines scouts con tortas a la venta.
El amarillo de las servilletas de las porciones contrasta con el verde seco del pasto levantado en la canchita de rugby. La gente corre mano a Pocitos y los perros van detrás. Sale el sol
Es Montevideo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Dale hablemos!