Debe existir una forma subliminal de violar la veda electoral. Anoche, tuve sueños que dan cuenta de eso. Primero soñé que vivía en una de esas épocas que se retratan en las películas de Solana, en donde hay como una nube continua, una niebla y aparecían elementos míticos, como kermeses, y Amelia Bence, cosas que me son ajenas, pero que las escuché alguna vez de bocas de mi madre, mi abuela, de gente de otras generaciones…
Me despierto y me vuelvo a dormir…
El segundo sueño es más escalofriante, soñé que veía un partido de Uruguay en el que el lindo Diego Lugano se llamaba Pino Solanas.
Como presagio, habría que revisarlo, si el mismo conducía a sugerir que "Solanas Bence en Lugano".
ResponderEliminarAhora bien, si el mensaje era otro, por ejemplo, que usted debe ir alguna vez a visitar el balneario de Solanas en Punta del Este, Uruguay, entonces se trataría de una estrategia onírica de promoción turística de la República Oriental. Como usan a Forlán para las publicidades televisivas de esa índole, así también eligieron a Lugano para las pertenecientes al ámbito de Morfeo.
Por lo pronto, siempre es auspicioso soñar fuera del ámbito de la experiencia personal directa, y de la cotidianeidad. Hesíodo sostenía que los sueños son el único resquicio que nos queda para comunicarnos con los inmortales de la Edad de Oro, venidos de Hiperbóera y regresados allá. Circunstancia que no es pavada, teniendo en cuenta que esos hombres tenían diálogo directo con los dioses.
Un cordial saludo.