La primera vez que fui a Chile, no sabía que iba a tener un "pololo", ni un marido chileno.
Fui a conocer, Santiago y Valparaíso como una escapada de fin de semana, más o menos (por la cantidad de días, digo)
Una de las primeras cosas que me sorprendió, fue ver en un pizarrón de una cafetería un cartel que decía que se servían desayunos y "Onces".
La verdad, que el concepto de Once, lo empecé a entender recién después de conocer chilenos. Pero seguía sin saber de porque se llamaba así.
La Once, es algo así como una merienda, un five o'clock tea, en donde se sirven muchas cosas ricas, como pan con palta (ves por eso mi blog se llama así), o pan con fiambres ricos. Chile tiene una variedad fiambreril, que en Argentina no tenemos, casi pasa lo mismo con los panes.
De apoco averigüe, que la once era una costumbre que se tenía en Chile, en épocas, muy muy lejanas en donde la gente se juntaba a las once de la mañana a tomar sus pancitos con aguardiente.
Da la casualidad, que aguardiente tiene once letras y que en esa época el aguardiente estaba prohibido.
Así que a modo de homenaje, y visto y considerando que el Jumbo tenía estos panes que de este lado de la cordillera se llama Galleta de campo, y que el Edwin tenía palta de chile (Hass) salió Once en casa.
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