Delicioso, como fuerte al principio, pero necesario después. Hace bastante que no tomaba un vino tan bueno.
Jorge Alberto Rubio, para Finca Gabriel Benavidez. Botella con número, super artesanal y exclusivo para mí, Yo que solo compré, una vez en la vida una botella en una bodega cuando anduve por Mendoza.
El único problema, es que no llegué a las 00:10 para ver una película, igual es recomendable. No cambio por nada, tener esa sensación de nubecitas de calor cuando te acostás. Como que la cama y el cover se hacen mas esponjosas, no?...como un infiernito propio del tinto, como sueño pesado, pero no tanto como los parpados. Como una sonrisa natural a la mañana seguiente.
Decime borracha, pero que rico que es el tinto, sobre todo si parece terciopelo.
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