Sueños son cuentos

Era víspera de Navidad. La cancha parecía la de Huracán. Jugaba el Bicho, contra Godoy Cruz. Era casi de noche. Goleaba Argentinos 6 a 1, y de repente aparece una vieja. Con el pelo colorín chocolate, y un vestido de brodery azul, de lejos daba azafata, y un séquito de señoras se acercan a nosotras (suerte de sex and the city transgeneracional) y nos pregunta si conocemos a alguno de los hombres que estaban en el estadio. Pienso en algún amiguito del barrio, algún ex cuñadito y son todos muy menores, le hago ese comentario por lo bajo y llamo a los señores que estaban más cerca para que vengan a conocer a la dama. Un circulo de caballeros maduros, muy, se acercaban a la señora y yo pensaba si era tan fácil porque mi madre no hacia lo mismo. Comienza la lluvia, el partido seguía sin pena y sin gloria. A correr a los pasillos y a las escaleras que la lluvia es fuerte. Los caminos se cierran y los ladrillos raspan, las puertas se achican en la última solo puedo asomar mi cabeza. La gente sale y encuentro un taxi, me subo…dejo atrás a mis colegas, maldita me voy en el último taxi que encuentro justo cuando una señora gorda y rubia, se deja todos los regalos de navidad por bajarse rápido. El taxi es mío, los regalos también. Parque Patricios se convierte en Paternal, Paternal en Acapulco. Y llego, me bajo, hay un restaurant de terminal de buses. Unos hombres con cara de barrabravas retirados miran un partido. El de camisa naranja se levanta y me mira, yo con la ñata contra el vidrio, miro la tele. Pedro Carcuro, pide cárcel para Borghi por provocar una estafa en una apuesta. Marcador final Argentinos – Godoy Cruz 6-6.