desde hace miles de años que terminé la secundaria siempre seguí estudiando. Claro que a la vez trabajaba, y por mala que fuera la paga siempre me interesó más el dinero que aprobar una materia, por eso siempre seguí dejando...
y cambiando y dejando ...
porque en definitiva no daba con la carrera, universidad, materia etcetera que me gustará. Entonces volvía a la UBA y retomaba por una vez más, lo que diez veces más iba a dejar.
Para algunos, sería una estudiante eterna, para mí no. Solo lo mantenía en secreto, como esos niños putos de las películas que se ponen el corpiño de la hermana, solo en el baño cuando no hay otra persona en la casa...
Como quien no quiere la cosa, aprobaba una materia más de alguna carrera, y así sucesivamente iba acumulando un montón de conocimientos, como ropa vieja por si vuelve a estar de moda.
Hasta que un día dije ok, terminemos esto de alguna manera. Trabajo freelance, es el momento ideal para cursar-rendir-estudiar y terminar una carrera que no creo que me ponga contenta, pero al menos me va a dejar tirar todos los papeles que junté y dejar felices a un par de personas.
Y una vez más me pasa lo de siempre, no me motiva la materia aprobada, me mueve la plata. Entonces pasa la fecha del parcial y otras vez yo no fui a rendir...
El año pasado, no el anterior, una sabía de la infancia me dijo que era al pedo seguir insistiendo con algo que no pude terminar. El tema es que falta muy poco y me da vergüenza renunciar. Mientras tanto sigo mintiendo.
Por eso nunca me catalogué estudiante. Por que era como un secreto, pero sin placer
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